MADRID. — En un contexto político marcado por la polarización extrema, el Rey Felipe VI dirigió anoche a los españoles un Mensaje de Navidad cargado de advertencias sobre la salud de las instituciones. Desde el Salón de Columnas del Palacio Real, y manteniéndose de pie como símbolo de cercanía y acción, el Jefe del Estado señaló que España atraviesa una “inquietante crisis de confianza” que, a su juicio, “nutre” el desencuentro y debilita la convivencia democrática.
Durante su alocución, el Monarca puso el foco en la necesidad de recuperar el espíritu de concordia, alertando sobre los riesgos que suponen la desinformación y los extremismos para la estabilidad del país. Felipe VI instó a las fuerzas políticas a rebajar el tono de una “contienda política atronadora” y pidió expresamente respeto a la Constitución como garantía de libertad y unión, dedicando también unas emotivas palabras a las víctimas de la reciente DANA que ha golpeado al país.
Lluvia de críticas de los socios del Gobierno
Si bien el discurso buscaba apelar a la unidad, la reacción del arco parlamentario que sustenta al Gobierno de Pedro Sánchez no se hizo esperar y fue especialmente virulenta. Apenas finalizar la emisión, portavoces de las formaciones nacionalistas y de izquierda radical lanzaron una ofensiva coordinada contra la figura del Rey.
Según recogen diversos medios, los socios del Ejecutivo han despreciado abiertamente las palabras de Felipe VI. Desde sectores de Sumar y formaciones independentistas como ERC y EH Bildu, se ha tildado al Monarca de “radical” y “reaccionario”. Las críticas más duras apuntaron a la legitimidad de la institución, llegando a calificarle de “heredero franquista” y acusándole de alinearse con las tesis de la derecha política al defender el marco constitucional vigente frente a las aspiraciones territoriales.
Mientras el Partido Popular y el ala socialista del Gobierno han mantenido una postura más institucional, valorando la llamada a la responsabilidad, el abismo entre la Jefatura del Estado y los socios parlamentarios de Sánchez parece haberse ensanchado aún más tras esta Nochebuena, evidenciando la misma crisis de confianza que el propio Rey denunció en su mensaje.