El expresidente de la RFEF, Luis Rubiales, ha reaparecido públicamente en una entrevista televisiva cargando duramente contra la exministra de Igualdad, Irene Montero, y otros miembros del Gobierno por su gestión del polémico beso en la final del Mundial femenino.
En una reciente entrevista concedida al programa “El Chiringuito”, Luis Rubiales rompió meses de silencio para defender su versión de los hechos y criticar lo que considera una “persecución política y mediática”. El foco principal de sus reproches fue la exministra de Igualdad, Irene Montero.
Rubiales acusó directamente a Montero de utilizar el incidente con fines políticos, afirmando con contundencia: “Probablemente Irene Montero se aprendió el nombre de Jenni Hermoso ese día”. Con esta declaración, el exdirigente deportivo insinuó que la entonces ministra no tenía un interés real en el fútbol femenino antes de la polémica.
El expresidente de la RFEF respondió así a las declaraciones que Montero realizó tras el incidente, cuando calificó el beso no consentido como “violencia sexual”.
Críticas extensibles al Gobierno
Montero no fue la única diana de Rubiales. También dirigió sus críticas al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien en su día calificó el beso de “gesto inaceptable” y consideró insuficientes las disculpas. Rubiales contrapuso la reacción de Sánchez en su caso con la gestión de la amnistía a los implicados en el ‘procés’.

Del mismo modo, recordó las palabras de Yolanda Díaz, quien pidió su dimisión inmediata y calificó los hechos de “agresión”.
Defensa de su inocencia
Durante su intervención, Rubiales insistió en que el beso a Jenni Hermoso fue “espontáneo, sin mala intención” y reiteró que su comportamiento “no fue un delito”.

El exmandatario se describió como víctima de un “linchamiento mediático sin precedentes” y una “operación política para derribarle”, asegurando que muchas de sus declaraciones fueron “manipuladas”. La entrevista ha vuelto a encender el debate en redes sociales, dividiendo opiniones entre quienes apoyan su versión y quienes condenan sus actos y declaraciones.