En una reciente intervención ante los medios, la líder opositora venezolana, María Corina Machado, ha enviado un mensaje directo y contundente al Gobierno de España. Sus palabras reflejan una clara decepción ante la postura diplomática que ha mantenido el ejecutivo de Pedro Sánchez tras la crisis postelectoral en Venezuela, sugiriendo que la respuesta española ha sido insuficiente frente a la magnitud del conflicto democrático.

Machado, figura clave en la movilización ciudadana que reclama el reconocimiento de la victoria de Edmundo González Urrutia, no dudó en apelar al juicio histórico para calificar la actuación española.

“Ha faltado apoyo”

Al ser consultada específicamente sobre su opinión respecto al papel del Gobierno español, Machado evitó entrar en descalificaciones personales, pero fue tajante en su valoración moral y política. “Simplemente voy a decir que la historia juzgará, como lo hace hoy el pueblo de Venezuela”, sentenció la dirigente.

La líder de Vente Venezuela subrayó una carencia evidente en la diplomacia española, repitiendo con énfasis: “Lo que ha faltado, que desde luego ha faltado”. Esta declaración se produce en un contexto donde gran parte de la comunidad internacional debate sobre el reconocimiento oficial de los resultados electorales y la presión sobre el régimen de Nicolás Maduro.

Para Machado, el silencio o la ambigüedad en momentos críticos no pasa desapercibido para los ciudadanos que sufren las consecuencias directas de la represión.

El contraste con el resto de Europa

Uno de los puntos más críticos de su intervención fue la comparación entre España y otros vecinos del continente. Machado destacó que, a diferencia de la cautela mostrada por Madrid, existen “otros países y otros gobiernos en Europa que han asumido el liderazgo por la defensa del pueblo de Venezuela”.

Esta distinción es especialmente dolorosa para la oposición venezolana, dado que históricamente España ha servido como puente natural y valedor de los intereses latinoamericanos ante la Unión Europea. La insinuación de Machado apunta a que España ha cedido ese liderazgo natural a otras naciones que se han mostrado más firmes en la exigencia de transparencia y respeto a la soberanía popular.

Una lucha que trasciende ideologías

Finalmente, María Corina Machado quiso aclarar la naturaleza de su reclamo. Rechazó que la crisis venezolana se trate de un conflicto partidista o de una disputa clásica entre izquierda y derecha.

“Esto no es defender a un movimiento, un liderazgo o un tema de partidos políticos”, explicó. Según su visión, la causa venezolana actual “trasciende las diferencias de orden doctrinario o ideológico”.

La líder opositora enmarcó la situación como una batalla ética superior: “Estamos luchando por la libertad, por la democracia, por la justicia y por la verdad”. Con estas palabras, Machado intenta interpelar no solo al gobierno español, sino a la sociedad europea en su conjunto, instando a que el apoyo a la causa democrática venezolana sea un consenso moral y no una herramienta de confrontación política interna en España.

La declaración deja la pelota en el tejado del Palacio de la Moncloa, mientras la comunidad internacional sigue observando los pasos de España respecto al futuro político de Venezuela.