Salen a la luz una serie de conversaciones de WhatsApp que comprometen gravemente a Francisco Luis Fernández Rodríguez, alcalde del PSOE en la localidad cordobesa de Belalcázar. Según la información revelada, el regidor habría enviado mensajes con alto contenido sexual y proposiciones insistentes a una empleada del consistorio durante, al menos, el último año.
Acoso continuado y contenido explícito
Los mensajes, a los que se ha tenido acceso, muestran una conducta persistente por parte del alcalde hacia una trabajadora que se encontraba bajo su mando. Las comunicaciones comenzaron presuntamente en marzo de 2023 y se han extendido hasta los primeros meses del presente año.
Entre las frases más controvertidas enviadas por el edil se encuentran proposiciones sexuales directas como: «¿Me dejas que te lo coma para ver si se me empina??» o «echas de menos una buena comida de almeja».
A pesar de la falta de reciprocidad por parte de la empleada, quien en varias ocasiones ignoró los mensajes o le pidió que dirigiera esas atenciones a su esposa, Fernández Rodríguez insistía en su actitud. Ante la negativa de la víctima, el alcalde llegó a responder: «No me deja [su esposa], la tuya está más fresca y más tierna, no te vas a arrepentir, no pido mucho».
El patrón de comportamiento incluía mensajes a horas intempestivas, tanto a altas horas de la noche como a primera hora de la mañana, seguidos de reproches cuando no obtenía respuesta inmediata. Frases como «qué mala eres para contestar» o «te espero o me gasto el dinero» evidencian la presión ejercida sobre la subordinada. Además de texto, el alcalde habría enviado fotografías propias con poca ropa, acompañadas de comentarios sobre su soledad en el ayuntamiento.
La respuesta del alcalde: admite un “tonteo”
Al ser confrontado con estos hechos, Francisco Luis Fernández ha reconocido la existencia de las conversaciones. En declaraciones recientes, ha admitido que mantuvo «un tonteo por Whatsapp con esa chica» que duró «dos o tres meses».
Aunque inicialmente afirmó no recordar los sucesos, posteriormente matizó que se trató de «una cosa puntual» que ya tenía olvidada. El regidor, que lleva una década al frente del municipio de unos 3.000 habitantes, intentó restar importancia a los hechos alegando que ha cambiado de teléfono y ya no conserva los mensajes.
Durante sus explicaciones, Fernández mostró más preocupación por la repercusión pública del escándalo que por la gravedad de las acciones hacia su empleada. «Estoy a punto de prejubilarme y me iba a quitar de en medio y ahora por esta tontería…», lamentó el edil, llegando a solicitar los datos de la mujer para intentar contactar con ella y evitar la publicación de la información.
El caso pone de manifiesto una situación de presunto abuso de poder, dado que las proposiciones se realizaban desde la posición de máxima autoridad municipal hacia una trabajadora eventual del Ayuntamiento.
Fuente: abc.es



