Madrid. — La crisis interna que atraviesa el PSOE ha cobrado este jueves una nueva pieza política de alto nivel. Javier Izquierdo, hasta ahora secretario de Estrategia y Acción Electoral de la Comisión Ejecutiva Federal y senador por Valladolid, ha presentado su dimisión de todos sus cargos orgánicos e institucionales. Aunque el dirigente ha justificado su marcha por razones “profesionales y personales”, el movimiento se produce apenas unas horas después de que trascendiera la existencia de una supuesta cuarta denuncia por acoso sexual dentro del partido que le afectaría directamente.

La salida de Izquierdo supone un duro golpe para la estructura de Ferraz en un momento de máxima tensión. Según las informaciones que han precipitado los acontecimientos, el canal ético del partido habría registrado una nueva queja formal —la cuarta en pocas semanas— relacionada con comportamientos inapropiados, sumándose a las ya conocidas contra Francisco Salazar, el presidente de la Diputación de Lugo, José Tomé, y el caso de Torremolinos.

Fuentes de la dirección socialista han confirmado la renuncia de Izquierdo, aunque han evitado vincularla explícitamente con la denuncia, amparándose en la confidencialidad que rige los protocolos internos del canal antiacoso. No obstante, la coincidencia temporal con las revelaciones periodísticas ha sido interpretada en círculos políticos como una consecuencia directa de la política de “tolerancia cero” que el partido intenta reafirmar ante la escalada de escándalos.

Un adiós por redes sociales

Izquierdo ha optado por comunicar su decisión a través de un mensaje público, evitando comparecencias ante los medios. En su comunicado, ha señalado que da un paso al lado para “afrontar otras tareas profesionales y personales”, mostrándose convencido de que “habrá quien lo haga mejor”.

Arquitecto de profesión y con una dilatada trayectoria que incluye la Delegación del Gobierno en Castilla y León y la Secretaría General de Infraestructuras, Izquierdo era considerado un hombre de confianza en el aparato de estrategia electoral. Su renuncia al acta de senador implica, además, la pérdida de su aforamiento, un detalle no menor en caso de que las denuncias internas llegasen a judicializarse.

Gabinete de crisis en Ferraz

La dimisión ha obligado a la cúpula socialista a mover ficha con rapidez para intentar contener la hemorragia de credibilidad. La secretaria de Organización, Rebeca Torró, y la titular de Igualdad, Pilar Bernabé, han convocado una reunión de urgencia con los responsables de igualdad de las federaciones para revisar los protocolos y cerrar filas.

El objetivo de la dirección es atajar las críticas sobre la gestión de estos casos, especialmente tras cuestionarse la celeridad del partido en la tramitación de las denuncias anteriores. Con la salida de Izquierdo, el PSOE busca enviar un mensaje contundente de ejemplaridad, intentando evitar que la sombra de la duda se extienda a otros niveles de la organización en un momento político ya de por sí delicado.