El jefe de redes sociales de Vox, Javier Esteban, ha presentado este jueves su dimisión irrevocable. La decisión se produce horas después de que trascendiera una denuncia en su contra por un presunto delito de acoso sexual hacia un militante del partido, hechos que habrían ocurrido cuando la supuesta víctima era menor de edad.

La renuncia de Esteban marca un nuevo capítulo en la crisis interna que atraviesa la formación, evidenciando las tensiones existentes entre la estructura orgánica del partido y sus organizaciones juveniles satélites.

La acusación y la respuesta de Esteban

Según fuentes conocedoras del caso, la denuncia fue interpuesta recientemente, señalando comportamientos inapropiados por parte del responsable de comunicación digital hacia un joven colaborador vinculado a las bases del partido. Ante la gravedad de las acusaciones, la dirección de Vox habría presionado para una salida rápida que contuviera el escándalo mediático.

Sin embargo, la salida de Esteban no ha sido silenciosa. En su comunicado de despedida y a través de su entorno, el ya exjefe de redes ha negado categóricamente la veracidad de los hechos delictivos, enmarcando la denuncia en una “vendetta” política. Esteban señala directamente a los dirigentes de Revuelta, la organización juvenil que ha ganado peso en el entorno de Vox en los últimos dos años, de estar detrás de lo que califica como una maniobra para apartarlo de sus funciones.

Guerra abierta con ‘Revuelta’

Este episodio destapa la lucha de poder por el control del relato y la movilización callejera en el entorno de la derecha alternativa española. Javier Esteban, figura clave en la agresiva estrategia de Vox en plataformas como X (antes Twitter) y TikTok, mantenía desde hace meses discrepancias estratégicas con los líderes de Revuelta.

Mientras que el equipo de redes oficial abogaba por mantener una línea dura pero disciplinada bajo las directrices de Bambú, los sectores vinculados a Revuelta han exigido mayor autonomía y radicalidad en la acción política, generando fricciones constantes con el aparato de comunicación que dirigía Esteban.

Reacciones en el partido

Desde la dirección nacional de Vox se ha optado por la cautela. Hasta el momento, no ha habido una comparecencia oficial de los máximos líderes, aunque fuentes internas confirman que se ha procedido a la apertura de un expediente informativo y a la suspensión cautelar de militancia de Esteban, siguiendo los estatutos del partido para casos de esta naturaleza.

La dimisión de Esteban deja vacante uno de los puestos más sensibles de la organización, fundamental para la maquinaria electoral de Vox, en un momento en el que la formación intenta rearmarse ideológicamente de cara al próximo ciclo político.