La tormenta política sobre el Gobierno y el Partido Socialista ha subido de intensidad en las últimas horas. Tras la detención este miércoles de Leire Díez, exmilitante socialista y figura clave en la gestión interna de conflictos del partido, han trascendido unas supuestas declaraciones que comprometen seriamente la estrategia de contención de Ferraz. Según informaciones publicadas, Díez habría lanzado una amenaza velada poco antes de ser arrestada por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil.
”Que se preparen”
Fuentes cercanas a la investigada señalan que Díez, consciente de que el cerco judicial se estrechaba, manifestó a su entorno su intención de no caer sola. “Si el PSOE me deja tirada y me meten en la cárcel, que se preparen”, es la frase textual que se le atribuye. Estas palabras resuenan ahora con fuerza mientras permanece en los calabozos de la Comandancia de Tres Cantos, a la espera de pasar a disposición judicial.
Díez, investigada por presuntos delitos de cohecho, tráfico de influencias y malversación, sostiene, según estas mismas fuentes, que posee información sensible sobre operaciones internas y contactos al más alto nivel dentro del partido. Su figura, a menudo en la sombra, ha sido vinculada en el pasado con labores de mediación extraoficial para el aparato del partido.
Detenciones de alto perfil
La operación de la UCO no se ha limitado a Díez. También ha sido detenido Vicente Fernández, expresidente de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), lo que eleva la causa a una esfera de gestión pública de primer orden. La investigación, dirigida por el juez de la Audiencia Nacional Antonio Piña y apoyada por la Fiscalía Anticorrupción, pone la lupa sobre presuntas irregularidades en contrataciones de empresas públicas como Correos o ENUSA.
El PSOE marca distancias y Sánchez se ausenta
La reacción oficial del PSOE ha sido inmediata y tajante: desvincularse por completo. Tanto la portavoz de la Ejecutiva, Montse Mínguez, como la presidenta del partido, Cristina Narbona, han insistido públicamente en que Leire Díez “ya no pertenece al PSOE” y han pedido respeto a los tiempos judiciales, intentando levantar un cortafuegos ante el posible escándalo.
Paralelamente, la noticia ha coincidido con la ausencia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el último pleno del año en el Congreso. Sánchez solicitó el voto telemático alegando compromisos internacionales inaplazables, un movimiento que la oposición no ha tardado en calificar de “huida” ante la gravedad de las detenciones.
La inquietud es palpable en el entorno socialista. Si la amenaza de Díez se materializa, la legislatura podría enfrentarse a revelaciones que afectarían directamente a la cúpula de la organización, complicando aún más un escenario político ya de por sí convulso.
Fuente: okdiario.com