El expresidente catalán, Carles Puigdemont, ha expresado su convicción de que España se dirige a unas elecciones generales anticipadas. A través de un mensaje en redes sociales, el líder de Junts denuncia una “maquinaria de propaganda socialista” que, a su juicio, opera ya “a velocidad de campaña electoral”. Esta declaración surge en un clima de máxima tensión tras la amenaza de Junts de vetar iniciativas clave del Ejecutivo, aunque el presidente Pedro Sánchez niega un adelanto electoral.

La “propaganda socialista” como indicio electoral

Carles Puigdemont sostiene que su formación, Junts, es el objetivo de una campaña orquestada desde el socialismo. “Basta con ver con qué intensidad llenan de críticas las redes y medios afines”, señaló el expresidente en la red social X.

Según Puigdemont, esta reacción se ha intensificado después de que Junts rompiera con el PSOE y anunciara su intención de vetar iniciativas del Gobierno. Interpreta esta supuesta ofensiva mediática no como una simple crítica política, sino como el preludio de una inminente convocatoria electoral por parte de Pedro Sánchez.

El fantasma del bloqueo legislativo

La advertencia de Junts de no apoyar las medidas del Ejecutivo ha encendido las alarmas en el Congreso. La fuente original señala que diversos analistas advierten que, de cumplirse este veto, el Gobierno de coalición podría enfrentarse a un bloqueo legislativo sin precedentes.

Este escenario de ingobernabilidad es el principal argumento que alimenta las especulaciones sobre un adelanto electoral, a pesar de que la legislatura se encuentra en su fase inicial.

La posición de Junts y la negativa de Sánchez

A pesar de las declaraciones de Puigdemont, el artículo original recoge que Pedro Sánchez insiste en que no convocará elecciones. Desde Moncloa se niega este escenario.

Sin embargo, Puigdemont defiende la firmeza de su partido. El líder de Junts critica que el Gobierno central “no cumple lo pactado”, generando un “clima de desconfianza”. Subrayó que su partido no ha ido a Madrid “a hacer amigos”, sino a “defender intereses nacionales [catalanes] en todos los ámbitos: económico, lingüístico, social y deportivo”.

El mensaje de Puigdemont se interpreta como una reafirmación de su estrategia: mantener una posición de fuerza y defender los intereses de Cataluña, incluso si eso conduce a un escenario de elecciones generales.