Madrid, 27 de noviembre de 2025. – Koldo García ha llegado hoy al Tribunal Supremo con una hoja de ruta judicial definida y contundente: no articulará palabra. En la vistilla programada ante el juez instructor, el exasesor de José Luis Ábalos mantendrá un silencio absoluto, una decisión que, lejos de ser improvisada, responde a una táctica minuciosamente calculada por su defensa en las últimas horas.

Según fuentes cercanas al entorno del investigado, este mutismo busca medir los tiempos del proceso judicial. Sin embargo, el repliegue en sus declaraciones contrasta con la agresividad que su representación legal planea desplegar contra otras figuras del caso. La abogada de García centrará sus esfuerzos en Víctor de Aldama, a quien la defensa pretende señalar como la figura central y el verdadero cerebro de las presuntas irregularidades en la compra de material sanitario durante la pandemia.

Un cambio de foco hacia el “núcleo operativo”

La estrategia de la defensa pasa por descargar de responsabilidad a Koldo García, presentándolo como un mero intermediario sin capacidad real de decisión, y desplazar el foco de la investigación hacia Aldama. Fuentes consultadas aseguran que la letrada actuará con contundencia contra el empresario, buscando diferenciar claramente los roles dentro de la supuesta trama.

[Imagen de Víctor de Aldama en una comparecencia o imagen de archivo]

El “arsenal” de Koldo: grabaciones ocultas

Más allá del silencio procesal, el entorno de García desliza un factor que podría ser determinante para el futuro de la causa: la información privilegiada. Se considera que el exasesor es, con diferencia, la persona que acumula más datos sobre lo sucedido, no solo por su posición en el Ministerio, sino por su actividad durante los meses más duros del estado de alarma.

Sin embargo, el elemento de mayor presión no es solo lo que sabe, sino lo que supuestamente tiene. Las mismas fuentes confirman la existencia de grabaciones en poder de García, asegurando que es el “único” de los investigados que cuenta con este tipo de material documental.

[Imagen de archivo de Koldo García junto a José Luis Ábalos]

Aunque no ha trascendido el contenido ni el alcance de estos audios, su mera existencia se plantea como un aviso a navegantes y una herramienta de defensa que se utilizará cuando los tiempos jurídicos lo aconsejen. El silencio de hoy, por tanto, no busca ocultar los hechos, sino reservar las cartas para jugarlas en el momento más oportuno.