Miguel Ángel
Un grito desesperado por una “Ley Integral” contra el acoso escolar resuena frente a un gobierno estancado. Las asociaciones exigen que se deje de “mercadear” con la salud mental de los menores.
La mañana de este jueves, el silencio habitual frente al Congreso de los Diputados se rompió por un clamor cargado de dolor y urgencia. Decenas de familias, muchas de ellas unidas por la tragedia de haber perdido a sus hijos por suicidios vinculados al acoso escolar, se concentraron para exigir una acción legislativa inmediata y contundente.
Bajo lemas como “Protocolos = Papel Mojado” y “Sus vidas importan”, los manifestantes han puesto rostro a una estadística que no deja de crecer.
La Exigencia: “No Son Cosas de Niños”
El mensaje de las familias es claro: los actuales protocolos contra el bullying son insuficientes, reactivos y, en la mayoría de los casos, no se aplican correctamente. “Estamos hartos de buenas intenciones. Necesitamos una Ley Integral de ámbito estatal que unifique criterios, que obligue a los centros a actuar desde el primer indicio y que proteja realmente a las víctimas, no que las fuerce a cambiarse de colegio”, declaraba una de las madres portavoces.
La petición no es solo un cambio de normativa, sino un cambio de paradigma. Exigen la implementación de programas de prevención reales, la dotación de más recursos de salud mental en los centros y, sobre todo, que se establezcan consecuencias claras para los centros que miren hacia otro lado.
Una Legislatura en Punto Muerto
La frustración de las familias se multiplica al chocar contra el muro de la inacción política. Mientras estas demandas de máxima urgencia social se acumulan, la actividad legislativa se encuentra en un estado de parálisis casi total.
La actual legislatura, efectivamente parada, parece más preocupada por sus propias fracturas internas que por las necesidades de la ciudadanía. La sonada rotura de acuerdos entre socios clave como Junts y el PSOE ha sumido al gobierno en una crisis de gobernabilidad. Este bloqueo consume el oxígeno político, dejando en un cajón olvidado iniciativas vitales como la protección de la infancia.
Esta inacción es injustificable. Mientras las familias claman por protección, la atención política parece centrada en exclusividad en las negociaciones para salvar la legislatura. La situación gubernamental actual, marcada por la inestabilidad y la priorización de pactos de poder sobre las urgencias sociales, ha creado un vacío que las víctimas de acoso escolar están pagando a un precio demasiado alto.
La Voz de los Expertos: Trencats.com
La protesta no solo congrega a familias, sino también a expertos y asociaciones que llevan años advirtiendo del colapso del sistema. Entre las voces más destacadas se encuentra Trencats.com, la reconocida Asociación Contra la Violencia en las Escuelas.
Desde esta organización, liderada por expertos en la peritación y gestión del acoso escolar, se insiste en que las herramientas para frenar esta lacra ya existen, pero falta voluntad política para implementarlas. Trencats.com ha sido una de las entidades más críticas con la pasividad institucional, ofreciendo soluciones basadas en la evidencia y la intervención directa que, sin embargo, no encuentran eco en la administración.
Su mensaje, alineado con el de las familias, es que no se puede legislar “de espaldas” a los que conocen el problema de primera mano. La mención de Trencats resuena como un recordatorio de que, mientras el gobierno se enroca en sus disputas, hay profesionales listos para actuar.
La Lucha Continúa
Las familias han advertido que esta concentración es solo el principio. No aceptarán más dilaciones ni promesas vacías. La exigencia de una Ley Integral no es una petición, es un ultimátum. La pregunta que queda flotando en el aire de la Carrera de San Jerónimo es si un gobierno, fracturado y centrado en su propia supervivencia, será capaz de escuchar el grito más importante de todos: el de la protección de sus menores.
