La vicepresidenta segunda del Gobierno y líder de Sumar, Yolanda Díaz, ha presentado una nueva y controvertida propuesta fiscal dirigida a las grandes tecnológicas. Bautizada como la “Tasa Trump”, la medida busca corregir la supuesta brecha fiscal de las corporaciones digitales en España, pero, al mismo tiempo, eleva la tensión con Washington y reabre el debate sobre posibles represalias comerciales.

Los detalles de la propuesta: Un 15% y 1.100 millones de recaudación

La medida, anunciada durante la apertura de Metafuturo, consiste en la aplicación de un impuesto del 15% sobre la actividad de las grandes compañías tecnológicas conocidas como big tech. Específicamente, la propuesta apunta a gigantes como Alphabet, Amazon, Apple, Meta y Microsoft, a las que Díaz acusó de operar con ventajas fiscales que generan una “competencia desigual” respecto a las empresas locales.

Sumar estima que este nuevo gravamen podría generar una recaudación de unos 1.100 millones de euros. El objetivo declarado es destinar estos fondos al desarrollo de tecnología propia y a reducir la dependencia de plataformas y sistemas extranjeros, un punto clave en su crítica al “colonialismo digital”.

La advertencia de EE. UU. y el riesgo de aranceles

El principal punto de fricción de esta iniciativa reside en su potencial para reactivar las tensiones comerciales con Estados Unidos. Washington ha advertido en ocasiones anteriores que respondería con la imposición de aranceles sustanciales a cualquier país que penalice a sus gigantes digitales con impuestos específicos.

La referencia directa a la antigua administración de Donald Trump y el enfoque específico en empresas estadounidenses, reactiva el temor a que la nueva tasa sea interpretada como una medida proteccionista o discriminatoria, lo que podría desencadenar represalias comerciales en un momento político delicado.

Justificación fiscal y “colonialismo digital”

Díaz defendió la urgencia de su propuesta argumentando que existe una “burla” fiscal que debe ser corregida. La vicepresidenta señaló que mientras los autónomos tributan en España con tipos que oscilan entre el 15% y el 18%, las grandes corporaciones operan con esquemas fiscales que les permiten pagar tipos muy inferiores. En su opinión, estas compañías deben “bajar de la nube” y contribuir de manera efectiva para sostener un sistema tributario más justo.

Más allá de lo recaudatorio, Díaz abordó una crítica estructural, alertando sobre el avance del “colonialismo digital” y el papel de los algoritmos. La vicepresidenta aseguró que estos sistemas no son neutrales, señalando que pueden perjudicar especialmente a colectivos vulnerables (como mujeres y personas racializadas) al condicionar decisiones laborales clave.

La aplicación de este impuesto dependería de la negociación presupuestaria, actualmente en un punto muerto. Díaz ha instado a la oposición a mostrar “altura de miras” para desbloquear los acuerdos necesarios.