El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, compareció este jueves ante la comisión de investigación del Senado sobre el denominado Caso Koldo. La sesión, que se prolongó más de cinco horas, estuvo marcada por los choques con la oposición, la tensión constante y una admisión que ha generado debate político: Sánchez reconoció haber realizado pagos en efectivo en su etapa como secretario general del PSOE.
Admisión de pagos en efectivo
Durante su intervención, el presidente admitió que “en ocasiones se liquidaron gastos en efectivo” dentro del partido, siempre “contra factura y en el marco de una financiación absolutamente regular”.
A las acusaciones de la oposición sobre la posible existencia de una “caja B”, Sánchez respondió de forma tajante: “En la calle Génova sí, en Ferraz no”, en alusión a la sede del Partido Popular. Subrayó que el PSOE “nunca ha tenido sobresueldos ni pagos sin justificar”.

Choque con la oposición
El interrogatorio estuvo marcado por continuas interrupciones y un tono bronco. Los senadores del PP y de Vox insistieron en preguntar por los contratos de mascarillas durante la pandemia, las presuntas conexiones empresariales vinculadas al PSOE y los mecanismos de financiación interna del partido.
Sánchez, visiblemente irritado en algunos tramos, llegó a calificar la sesión de “circo” y acusó a la comisión de convertirse en una “plataforma de difamación”.
Pese a las acusaciones, el presidente negó cualquier relación personal con empresarios implicados en la trama y defendió la transparencia de su partido. También aprovechó para reivindicar la inocencia de su esposa, Begoña Gómez, frente a las insinuaciones de la oposición sobre su papel en el rescate de empresas durante la pandemia.
Sin avances concluyentes
Tras horas de comparecencia, no se revelaron pruebas directas que vinculen al presidente con irregularidades en los contratos bajo investigación.
La oposición, sin embargo, sostiene que la admisión de pagos en efectivo pone en cuestión el discurso de transparencia del Gobierno y exige que se amplíe la investigación parlamentaria.
Consecuencias políticas
El reconocimiento de gastos en efectivo, aunque justificados con factura, ha abierto un nuevo frente político. Para sus críticos, es un indicio de posibles prácticas opacas; para el Ejecutivo, un procedimiento habitual y legal dentro del funcionamiento del partido.
Sánchez se mostró desafiante, asegurando que no tiene “nada que ocultar” y que “ninguna sombra de corrupción” alcanza a su Gobierno.
De cara a las próximas semanas, la comisión continuará recabando testimonios y documentos, mientras los partidos de la oposición preparan nuevas iniciativas parlamentarias y no descartan pedir la reprobación del presidente o la creación de una nueva comisión centrada en la financiación de los partidos.
Conclusión
La comparecencia de Pedro Sánchez deja un escenario político tenso y polarizado. La admisión de pagos en efectivo marca un punto de inflexión en el Caso Koldo, aunque sin evidencias directas que comprometan al presidente. El enfrentamiento dialéctico, más que el contenido del interrogatorio, ha definido una jornada que muchos ya califican como uno de los episodios más agitados de la legislatura.