El presidente del Gobierno justifica los cobros como “dietas y gastos de representación” de su etapa como diputado y líder de la oposición, asegurando que están declarados.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha protagonizado este jueves una intensa y bronca comparecencia ante la comisión de investigación del ‘caso Koldo’ en el Senado. Durante un duro interrogatorio por parte del Partido Popular, Sánchez ha admitido haber recibido “pagos en efectivo” por parte del Grupo Parlamentario Socialista en su etapa previa a la presidencia, aunque ha defendido en todo momento su legalidad y transparencia.

La sesión, marcada por la mayoría absoluta del PP en la Cámara Alta, tenía como objetivo principal esclarecer el conocimiento del presidente sobre la presunta trama de corrupción en la compra de mascarillas durante la pandemia, que involucra directamente a Koldo García, exasesor de José Luis Ábalos.

La admisión de los cobros

El momento clave de la comparecencia se produjo cuando la portavoz del PP en el Senado, Alicia García, interpeló directamente al presidente sobre sus finanzas y la recepción de “sobresueldos” del PSOE.

Sánchez reconoció la recepción de fondos, pero matizó la terminología. Afirmó que, como diputado y líder de la oposición, recibió “pagos en efectivo” que correspondían a “dietas y gastos de representación” por parte de su grupo parlamentario. El presidente insistió en que estas cantidades “constan debidamente” en sus declaraciones de IRPF y en las declaraciones de bienes y rentas presentadas ante el Congreso de los Diputados.

Duro enfrentamiento con el PP

La bancada popular reaccionó inmediatamente, acusando al presidente de “hipocresía” y de beneficiarse de “pagos en B”, trazando paralelismos con otros casos de financiación irregular que han afectado a la política española. El PP ha calificado de “escándalo” que el presidente admitiera estos cobros mientras criticaba prácticas similares en otros partidos.

Pedro Sánchez, por su parte, adoptó un tono desafiante y pasó al contraataque. Negó tajantemente cualquier ilegalidad: “Nunca he recibido un pago en B, señorías. Todo está debidamente tributado”.

El presidente acusó al PP de “utilizar las instituciones para enfangar” y de montar una “comisión fake” con el único objetivo de desgastar al Gobierno. Sánchez defendió la actuación de su ejecutivo durante la pandemia y reiteró su postura de “tolerancia cero con la corrupción, venga de donde venga”, asegurando que fue su Gobierno quien colaboró con la justicia en el ‘caso Koldo’.

La comparecencia, que se extendió durante varias horas, sirvió para escenificar la profunda división política actual, aunque no arrojó nueva luz sobre la implicación directa del presidente en la trama de las mascarillas. Sin embargo, la admisión de los “pagos en efectivo” ha abierto un nuevo frente de debate político que, con seguridad, marcará la agenda de los próximos días.