Mérida, 22 de diciembre de 2025. – La presión ha sido insostenible. Miguel Ángel Gallardo ha presentado su dimisión irrevocable como secretario general del PSOE de Extremadura en la tarde de este lunes, tras la reunión de urgencia de la Comisión Ejecutiva Regional. La decisión llega como consecuencia directa del descalabro sufrido por la formación en las elecciones autonómicas anticipadas celebradas ayer domingo, donde los socialistas registraron un mínimo histórico que les aleja de cualquier posibilidad de gobierno.

El resultado de las urnas ha sido inapelable. El PSOE ha pasado de controlar la hegemonía política en la región durante décadas a caer hasta el 25,8% de los votos, perdiendo diez diputados respecto a los comicios de 2023. Esta caída libre no solo ha facilitado la victoria del Partido Popular —que, aun sin mayoría absoluta, podrá gobernar con el apoyo de un Vox en ascenso—, sino que ha evidenciado una crisis de liderazgo profunda. El dato más simbólico de la jornada electoral fue la derrota de Gallardo en su propia localidad, Villanueva de la Serena, donde había gobernado como alcalde durante más de veinte años y donde su partido se ha dejado casi 20 puntos de apoyo.

Aunque en la noche electoral Gallardo evitó pronunciar la palabra “dimisión” y se limitó a calificar los resultados de “muy malos”, las voces críticas dentro del partido y la gravedad de las cifras han precipitado su salida. Durante la campaña, el ya exlíder socialista tuvo que hacer frente a una difícil situación judicial, al estar procesado en una causa relacionada con la Diputación de Badajoz, un factor que, según analistas y miembros de su propia formación, ha lastrado decisivamente la movilización del electorado progresista.

Con la marcha de Gallardo, el PSOE de Extremadura entra en una etapa de incertidumbre. La dirección federal del partido, que había intentado aislar los resultados autonómicos de la política nacional, deberá ahora designar una comisión gestora. Este órgano provisional tendrá la tarea de dirigir la formación y coser las heridas internas hasta la celebración de un Congreso Extraordinario que elija al nuevo liderazgo encargado de reconstruir el proyecto socialista en la región.

Mientras tanto, en el bloque de la derecha, el Partido Popular y Vox inician las conversaciones para la conformación del nuevo gobierno de la Junta, en un escenario que confirma el cambio de ciclo político en uno de los territorios históricos del socialismo español.