MADRID.– El caso Delcygate suma un nuevo capítulo que reconfigura la versión oficial de los hechos ocurridos en el aeropuerto de Barajas. Según una información publicada por el digital OKDIARIO, el entorno del exministro de Transportes, José Luis Ábalos, ha revelado que la intención primordial de la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, no era una escala técnica, sino mantener un encuentro presencial con el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero fuera de la terminal.

Tal y como relata el citado medio, Ábalos acudió al aeropuerto bajo una “orden directa” de Moncloa para gestionar la delicada situación de la número dos de Nicolás Maduro, quien tenía prohibida la entrada en espacio Schengen. Sin embargo, al abordar el avión para notificarle la imposibilidad de su ingreso en España, la respuesta de Rodríguez fue contundente. Según las fuentes consultadas por OKDIARIO, la dirigente chavista exclamó: “¡Quiero hablar con Zapatero!”, dejando claro quién era su interlocutor prioritario en suelo español.

Esta revelación sitúa a Zapatero en el centro del tablero, sugiriendo que él era el “verdadero aliado” y motivo del viaje, por encima de otras figuras de la trama como el comisionista Víctor de Aldama. La información apunta a que Ábalos se limitó a contener un conflicto diplomático que el Gobierno desconocía hasta el último momento, mientras la vicepresidenta insistía en contactar con el expresidente socialista.

El artículo de OKDIARIO también recoge el malestar del exministro, quien asegura haber “pagado los platos rotos” de una operación política que no le correspondía, con el fin de proteger las siglas del PSOE. Asimismo, desde su entorno se desmienten categóricamente bulos como el de las “40 maletas”, calificándolo de leyenda urbana, y se apunta a una supuesta traición interna (“fuego amigo”) en la que Zapatero habría tenido un papel relevante para propiciar la caída política de Ábalos.

Estos nuevos datos, destapados por el periódico, añaden presión sobre el Ejecutivo y cuestionan la profundidad de los vínculos entre el expresidente Zapatero y la cúpula del gobierno venezolano, más allá de la labor de mediación oficialmente reconocida.