La tensión interna en el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) se intensifica tras el comunicado de la Asociación de Feministas Socialistas (Femes), que ha denunciado públicamente la existencia de un “ambiente laboral violento” y machista dentro de la formación. La organización sostiene que el entorno de trabajo actual limita la libertad de las mujeres y rompe con el compañerismo histórico del partido, exigiendo una rectificación inmediata y contundente por parte de la cúpula.

Un patrón de conducta identificado

Según Femes, no se trata de hechos aislados, sino de un patrón estructural donde hombres con poder ejercen violencia contra sus compañeras. La asociación ha puesto nombres y apellidos a esta problemática, citando los casos de José Luis Ábalos, Koldo García, Francisco Salazar y Antonio Navarro.

Para las feministas socialistas, el denominador común en estos escándalos es el abuso de posición dominante. Denuncian situaciones que van desde el acoso laboral y sexual hasta el consumo de prostitución, conductas que consideran incompatibles con los valores que el partido dice defender.

Críticas a la inoperancia de los protocolos

Uno de los puntos más críticos del comunicado es la denuncia sobre la lentitud y falta de transparencia de los mecanismos internos del PSOE. Femes asegura que el protocolo contra el acoso, aunque obligatorio, no se está cumpliendo con la celeridad necesaria y que, en ocasiones, se utilizan excusas legales para dilatar los procesos.

Específicamente, critican que denuncias presentadas en junio de 2025 sigan sin respuesta más de seis meses después. El caso de Francisco Salazar ha sido señalado como un ejemplo de esta opacidad; la asociación lamenta que la resolución se haya “ofuscado”, dejando tanto a las denunciantes como a la militancia sin saber qué medidas se han tomado realmente. “Al parecer, nada todavía”, sentencian desde la organización.

Exigencias claras: feminismo en la toma de decisiones

Aunque Femes reconoce los avances legislativos impulsados por el PSOE en materia de igualdad a nivel nacional, consideran que la “casa propia” no está en orden. Para remediarlo, han lanzado una serie de exigencias clave:

  1. Cumplimiento estricto del protocolo: Sin demoras ni justificaciones burocráticas.
  2. Mujeres feministas en puestos de poder: Demandan que se incorporen perfiles comprometidos con la igualdad en áreas de responsabilidad para vigilar el cumplimiento de los compromisos.
  3. Reactivación del Consejo Asesor de Políticas de Igualdad: Un órgano necesario para orientar las decisiones políticas del partido.
  4. Ley abolicionista: Reclaman que el PSOE cumpla sus acuerdos congresuales y presente una ley abolicionista de la prostitución.

Mientras el partido defiende que mantiene abiertas las vías de investigación y que se siguen los protocolos vigentes, las socialistas insisten: solo acciones concretas, y no promesas, garantizarán que las mujeres puedan trabajar libres y sin miedo dentro de la organización.