Madrid, 6 de diciembre de 2025. – La conmemoración del Día de la Constitución en el Congreso de los Diputados se ha convertido este sábado en el escenario de un tenso enfrentamiento político. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha aprovechado su llegada al acto institucional para responder a las acusaciones vertidas sobre la gestión del Hospital de Torrejón de Ardoz, lanzando una dura contraofensiva hacia el Ejecutivo central.
Ayuso ha acusado directamente al Gobierno de Pedro Sánchez de orquestar una campaña contra la Comunidad de Madrid con el único objetivo de “tapar sus problemas de corrupción y de mala gestión”. Según la presidenta madrileña, la estrategia de Moncloa consiste en “exagerar y crear escándalos” a partir de cualquier incidencia en las regiones gobernadas por el Partido Popular, utilizándolas como cortina de humo para desviar la atención de sus propias crisis.
El conflicto del Hospital de Torrejón
El centro de la polémica reside en la filtración de unos audios atribuidos a la dirección de Ribera Salud, la empresa concesionaria que gestiona el Hospital de Torrejón. En dichas grabaciones, que han sacudido la actualidad sanitaria esta semana, se escucharía presuntamente al CEO de la compañía instando a realizar ajustes para priorizar la rentabilidad económica del centro, mencionando objetivos de EBITDA de “cuatro o cinco millones”.
Ante esto, Ayuso ha sido tajante al negar que se haya producido una priorización de pacientes por motivos económicos. La dirigente madrileña ha atribuido la filtración y el revuelo generado a “rencillas internas” dentro de la concesionaria y ha asegurado que, tras una inspección reciente, se ha concluido que el trabajo médico y asistencial del hospital ha sido “impecable”.
“No se han priorizado pacientes”, insistió Ayuso, quien no obstante advirtió que su Gobierno actuará con una “respuesta contundente” si se llegara a demostrar cualquier mala praxis real. “Cualquier mala práctica será erradicada”, sentenció.

Doble vara de medir
En su intervención, la presidenta no solo defendió su gestión sanitaria, sino que denunció un trato desigual por parte del Gobierno central hacia las distintas comunidades autónomas. Como ejemplo, citó la reciente crisis de la peste porcina en Cataluña. Ayuso reprochó que, en ese caso, al estar la Generalitat gobernada por el socialista Salvador Illa, “no se buscan responsabilidades políticas”, mientras que Madrid se encuentra bajo un escrutinio constante. “Si fuéramos nosotros, estaríamos apañados”, ironizó.
Mientras tanto, desde el Gobierno central se mantiene la presión. Voces del Ejecutivo y de la oposición en la Asamblea de Madrid han calificado los audios como la prueba de que el modelo de colaboración público-privada del PP convierte a los pacientes en “clientes”, exigiendo una auditoría profunda del modelo sanitario madrileño.