El Ministerio de Igualdad ha puesto en marcha una nueva estrategia dirigida a analizar el discurso en las redes sociales con el objetivo de identificar y combatir el lenguaje machista. Bajo la dirección de Ana Redondo, el departamento se centrará en monitorizar el uso de términos despectivos viralizados como «feminazi», «planchabragas» o «Charo», los cuales considera parte de una dinámica de “misoginia digital” que busca estigmatizar la participación pública de las mujeres.
Informes contra la misoginia digital
La iniciativa se materializará a través de una serie de estudios e informes impulsados por el Instituto de las Mujeres. El objetivo principal no es solo la observación, sino identificar los mecanismos mediante los cuales se viralizan estos mensajes de odio. Según fuentes del Ministerio, esta terminología no es inofensiva; su uso reiterado tiene un impacto directo en la percepción social del feminismo y en la seguridad de las mujeres en los entornos digitales.
La institución alerta de que la normalización de insultos como «feminazi» (acrónimo peyorativo de feminista y nazi) o «planchabragas» (usado para ridiculizar a hombres que apoyan la igualdad) forma parte de una “reacción patriarcal” ante los avances en derechos de las mujeres.
El impacto en la juventud y los referentes
Uno de los puntos clave que señala Igualdad es cómo este tipo de lenguaje afecta a las generaciones más jóvenes. El análisis preliminar sugiere que la viralización de estos conceptos dificulta enormemente que la juventud pueda identificar referentes feministas positivos. Al convertir el activismo y la participación pública de la mujer en objeto de burla sistemática y meme, se refuerzan estereotipos que desincentivan la igualdad real.
El Ministerio advierte que estas dinámicas digitales tienen consecuencias en el mundo real, perpetuando la idea de que las mujeres que alzan la voz merecen ser castigadas o ridiculizadas públicamente.
Financiación para creadores de contenido pro-igualdad
Para contrarrestar esta ola de “misoginia digital”, el plan de Igualdad no se limita a la monitorización. El gabinete de Ana Redondo considera necesario pasar a la acción promoviendo narrativas alternativas. Para ello, se contempla la promoción y financiación de creadores de contenido, entidades del tercer sector y asociaciones ciudadanas que generen discursos a favor de la igualdad.
La estrategia busca equilibrar la balanza en el algoritmo, apoyando institucionalmente a aquellas voces que trabajan por erradicar la violencia política y social contra las mujeres en internet, creando así un contrapeso a los discursos de odio que proliferan en plataformas como X (antes Twitter) o TikTok.
Si es que son así las soplagaitas como ella, o irene Montero