La historia política de España escribió ayer una de sus páginas más oscuras. Con el ingreso en prisión provisional de José Luis Ábalos en el centro penitenciario de Soto del Real, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) se ha convertido en la primera formación política en democracia que ve cómo dos de sus ex Secretarios de Organización —los “números tres” del partido y responsables de la maquinaria interna— acaban tras las rejas en el mismo año y por tramas de corrupción vinculadas a su gestión.

El ingreso de Ábalos: el fin de una era

La decisión fue ejecutada a última hora de la tarde de ayer, 27 de noviembre. El magistrado de la Sala Segunda del Tribunal Supremo, Leopoldo Puente, decretó prisión provisional comunicada y sin fianza para el exministro de Transportes, apreciando un “riesgo extremo de fuga” y la posible reiteración delictiva. Ábalos, quien fuera la mano derecha de Pedro Sánchez y pieza clave en su ascenso a la Secretaría General, pasó su primera noche en el módulo de ingresos de la cárcel madrileña.

Junto a él ingresó también su exasesor y sombra durante años, Koldo García, cerrando el círculo de la trama que lleva su nombre y que ha acorralado al Ejecutivo durante los últimos meses. Las acusaciones que pesan sobre el exdirigente socialista son devastadoras: pertenencia a organización criminal, tráfico de influencias, cohecho y blanqueo de capitales.

Un precedente inmediato: Santos Cerdán

Lo que convierte la jornada de ayer en un “hecho histórico”, tal y como señalan diversos analistas, es que Ábalos no es el primer Secretario de Organización del “sanchismo” en acabar en prisión este año. Sigue los pasos de su sucesor en el cargo, Santos Cerdán, quien ingresó en prisión preventiva el pasado mes de junio de 2025 tras las revelaciones de la UCO sobre su papel en la trama de adjudicaciones fraudulentas.

Nunca antes un partido de gobierno en España había enfrentado una situación donde dos de sus máximos responsables orgánicos consecutivos perdieran la libertad por causas de corrupción en un lapso de apenas seis meses. La figura del Secretario de Organización es crítica: es quien controla el censo, las agrupaciones y la disciplina interna; que dos perfiles de este calibre estén encarcelados supone un golpe estructural a la credibilidad de la formación.

Conmoción en Ferraz y Moncloa

La entrada en prisión de Ábalos, siendo además el primer diputado nacional en activo que ingresa en la cárcel en la historia reciente, ha provocado un seísmo político de magnitud incalculable. Mientras la oposición liderada por el Partido Popular habla de la “descomposición total” de la legislatura y exige la dimisión del Presidente del Gobierno, desde Moncloa el silencio es la nota dominante.

La promesa de “tolerancia cero” contra la corrupción con la que Pedro Sánchez llegó al poder tras la moción de censura de 2018 se enfrenta ahora a su mayor contradicción: el núcleo duro que le acompañó en su reconquista del poder (Ábalos, Cerdán y Koldo) duerme ahora en prisión.

Claves del caso

  • Los delitos: La investigación apunta al cobro de comisiones millonarias en contratos de emergencia durante la pandemia y una red de favores que operaba desde el corazón del Ministerio de Transportes.
  • El riesgo de fuga: El juez Puente justificó la medida de prisión incondicional por la capacidad económica de los investigados y sus vínculos internacionales, que podrían facilitar una evasión de la justicia.
  • Impacto institucional: Ábalos mantiene por el momento su acta de diputado, aunque sus derechos parlamentarios han quedado suspendidos, dejando al Gobierno en una situación de debilidad aritmética sin precedentes en el Congreso.

Con dos de los arquitectos del actual PSOE en prisión, la presión judicial y política sobre el Ejecutivo entra en una fase crítica que podría marcar el final de la legislatura.