Una nueva información detalla un episodio ocurrido durante una comida el día de la DANA, donde el president Carlos Mazón habría instado a su conseller, José Antonio Vilaplana, a dejar una llamada para una imagen oficial.
La gestión de la DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) que azotó la Comunidad Valenciana sigue generando titulares. En esta ocasión, el foco se sitúa sobre una conversación privada que ha trascendido públicamente, implicando al president de la Generalitat, Carlos Mazón, y a uno de sus consellers [Nota: El cargo de Vilaplana puede necesitar ser especificado, p.ej., “el conseller de…”], José Antonio Vilaplana.
Según la información conocida, los hechos tuvieron lugar durante una comida de trabajo el mismo día en que la DANA mostraba su cara más destructiva. En ese contexto, Vilaplana se encontraba realizando una llamada telefónica, presumiblemente relacionada con la gestión de la emergencia o asuntos de su departamento.
Fue en ese momento cuando, según los informes, el president Mazón se dirigió a él. La frase que ha desatado la polémica fue una clara indicación para que el conseller interrumpiera su conversación telefónica: “Lo reclamaban para la foto”.
Esta revelación ha reavivado el debate sobre las prioridades del gobierno valenciano durante las horas críticas del desastre. La insistencia en la “foto” oficial mientras el conseller estaba al teléfono en plena jornada de emergencia ha sido interpretada por diversos sectores como una muestra de preocupación por la imagen pública por encima de la gestión operativa de la crisis.
La jornada de la DANA estuvo marcada por la confusión, las inundaciones severas y una respuesta de emergencia que ha sido objeto de intenso escrutinio en las semanas posteriores. La información sobre esta comida y la conversación de Mazón añade una nueva capa de controversia a la cronología de aquel día.

La publicación de esta conversación ha generado una rápida reacción en el ámbito político. Fuentes de la oposición [o “diversos analistas”] señalan que este episodio pone en duda el enfoque del Consell, sugiriendo que la comunicación y la escenificación pública tuvieron un peso desmedido en la agenda del gobierno regional, incluso en los momentos de mayor urgencia para la ciudadanía.
Por el momento, se espera la respuesta oficial por parte del Palau de la Generalitat o de los propios implicados para clarificar el contexto exacto de la conversación y la naturaleza de la llamada que estaba atendiendo el conseller Vilaplana.
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