La estabilidad de la legislatura pende de un hilo mientras Junts per Catalunya se sume en una profunda crisis interna, visiblemente dividido sobre su relación con el Gobierno de Pedro Sánchez. La facción más dura, liderada por Jordi Turull, acusa al Ejecutivo de “cargarse” el pacto, pero un nutrido grupo de alcaldes del partido ha desautorizado públicamente a su secretario general, negando la ruptura. En medio del caos, la oferta de Junts al PP para una “moción de censura instrumental” ha sido rechazada de plano por los populares, que la tildan de “tomadura de pelo”.


La guerra interna estalla en Junts

El tablero político ha saltado por los aires este fin de semana, pero el epicentro de la explosión se sitúa dentro de las propias filas de Junts. El secretario general del partido, Jordi Turull, elevó el tono de forma drástica, acusando directamente al Gobierno de Pedro Sánchez de “cargarse la legislatura” y de incumplir los acuerdos de investidura. Sus declaraciones daban por sentada una ruptura total.

Sin embargo, la autoridad de Turull fue cuestionada casi de inmediato y de forma pública por un sector clave del partido: sus alcaldes. Representantes municipales de Junts emitieron un comunicado desmarcándose de la dirección, asegurando que “Junts no ha roto nada con Sánchez” y que la vía de la negociación sigue abierta y es la única deseable. Esta brecha expone dos almas dentro de la formación: una que apuesta por la confrontación total y otra, la de los gestores locales, que prioriza la estabilidad y los acuerdos.

El PP rechaza la “moción fantasma” de Junts

En un movimiento que ha desconcertado a gran parte del arco parlamentario, desde el entorno de Junts se sondeó al Partido Popular con una propuesta de “moción de censura instrumental” destinada únicamente a apartar a Pedro Sánchez del poder, sin proponer a Alberto Núñez Feijóo como candidato.

La respuesta del PP ha sido contundente. Fuentes de la cúpula popular han rechazado frontalmente la oferta, calificándola de “fraude” y una “pantomima” sin recorrido. Los populares argumentan que no se prestarán a un juego que no busca ofrecer una alternativa de gobierno real y que solo sirve a los intereses de Junts para presionar a Sánchez. Subrayan que el PP solo negociará una moción de censura seria, con Feijóo como candidato, un escenario que Junts no contempla.

Cataluña, principal perjudicada por el bloqueo

Más allá de las luchas de poder y las estrategias políticas, la parálisis provocada por la crisis de Junts tiene consecuencias directas e inmediatas para Cataluña. La falta de acuerdo y el bloqueo de las iniciativas legislativas ya están frenando la llegada de recursos y competencias clave para la Generalitat.

Entre los asuntos más críticos que quedan en el aire se encuentran la reforma de la financiación autonómica, la quita de la deuda del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) y el traspaso de competencias específicas, como la gestión del control de la pesca ilegal. Estos asuntos, que eran centrales en las demandas de Junts, son ahora las primeras víctimas de la inestabilidad que el propio partido ha generado.

La confusión en la portavocía

La falta de una estrategia unificada se ha hecho evidente no solo en las declaraciones cruzadas, sino también en las comparecencias públicas. La portavoz de Junts en el Congreso, Miriam Nogueras, ha protagonizado intervenciones en las que ha mostrado dificultades para explicar la posición actual del partido, evidenciando la contradicción entre el bloqueo que ejercen en Madrid y las demandas de sus propios alcaldes en Cataluña.

En este escenario de máxima tensión, la legislatura afronta su momento más crítico, con un Gobierno que pierde a un socio clave y un partido, Junts, que deberá resolver su guerra interna antes de decidir si opta por la negociación o por la ruptura definitiva.